A trozos
Como de costumbre, no me dio tiempo a terminar el muñeco antes de irnos, así que me lo llevé a trozos para poder terminarlo. En un principio había pensado hacerle la boca articulada, pero me llevaba demasiado tiempo. Además no quise ni pensar lo que iba a hacer mi hija con esa articulación. Por supuesto, también cayeron la bata y las gafas. Una camisa sencilla y unos ojos salerosos, que no es lo mismo trabajar en el taller con tu tiempo que andando por los caminos.
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