La cara de Cercedilla
Me subí este fin de semana a Cercedilla con toda la familia a recoger moras. Y ahí estábamos tan contentos, como Caperucita por el bosque, cuando nos salió este señor tan alegre.
- ¡Buenas tardes! ¿Recogiendo moras?
- Ya ve, por dar un paseo más que nada.
- Pues ande con cuidado que su hija se las está comiendo todas.
Si es que a Elvira no hay quien la frene.
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