Un Premio único

Sentado a la mesa con Sarah Bianchi, un vinito para ella, un refresco para mí, empezamos a hablar del Premio. Ella tenía curiosidad por saber, Sara siempre quiere saber todo. Yo tenía interés por conocer su opinión.

La pretensión del Premio siempre ha sido que fuera un Premio de todos los titiriteros a una persona por su trayectoria, por su labor en el mundo del títere. Vigilamos que, aunque fuera un Premio gestionado por UNIMA, fuera completamente independiente y que su papel fuera sencillamente ese, el de gestora. Queríamos un Premio lo más abierto posible. Por eso, los primeros años abrimos la posibilidad del voto popular. Pero hubo que eliminarlo. El voto popular obligaba a exponer a todo el mundo el currículum de tres personas tan válidas unas como otras, pero al final, dos de ellas tenían que irse con un no. Dábamos un Premio a una persona y rechazábamos a dos.

Decidimos entonces anular el voto popular, pero reforzar el jurado, aumentando el número de miembros y buscando la participación de personas de otros países. Se buscó un equilibrio entre el número de miembros del jurado españoles y los de otras nacionalidades. Por supuesto, se buscaron personas que tuvieran suficientes conocimientos para poder desempeñar con soltura su función. Nunca se les preguntó si eran de UNIMA o qué relación tenían con la asociación, lo único que nos interesaba era su conocimiento sobre el teatro de títeres y su opinión a la hora de elegir ganador.

Pero aún no nos parece suficiente. El Premio Gorgorito sigue evolucionando. Para que sea verdaderamente un Premio de todos los titiriteros, la elección ha de contar con más miembros del jurado. Por ello, este año hemos contado con la colaboración de UNIMA Federación España, como representante de los titiriteros españoles. En próximos años está sobre la mesa la intención de invitar a otras UNIMAs a participar. ¿Pero será el camino correcto? ¿Votarán las UNIMAs con independencia o seguirán intereses particulares o nacionales? Y en caso de que no fuera así, ¿el Premio seguiría siendo realmente independiente? ¿El voto de una UNIMA es realmente representación de la opinión de sus socios?

Sarah me miró, sonrió con esa sonrisilla de titiritera que sin duda copió de Lucecita y sólo dijo: "Realmente, es un Premio único. No existe uno igual en ninguna parte... Qué gran labor te queda por delante".

Qué salada.