
Después de recoger el Premio Gorgorito, Sarah se quedó aún unos días con nosotros. Y cuando hay tiempo, una cita inedudible es la del taller del maestro Paco Peralta. Quien lo visita por primera vez sale alucinado. Y puedo asegurar que el que lo hace por segunda, también. Cuantas veces acompaño a alguien a verlo, tantas salgo tan maravillado como el primer día.
Paco es un verdadero genio. Sus marionetas consiguen movimientos maravillosos. Se nota cada hora de trabajo que les ha dedicado y han sido muchísimas. Y lo mejor es su amabilidad, su sencillez, la naturalidad con la que explica las cosas más alucinantes.
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