Controladores, los nuevos supervillanos
El mundo necesita de supervillanos. Una vez caída la URSS y bloqueado el peligro comunista, pocas cosas quedaban. Pero por fin ha surgido un colectivo equiparable en maldad.Sólo oigo voces en contra de los controladores, pero a mí me escama cuando sólo se oye la voz de un bando y no entiendo cómo unas personas en apariencia tan bondadosas y normales pueden convertirse en villanos forrados de dinero a los que no les importa el sufrimiento humano. Así que me he puesto a rascar la internet y me he encontrado con cosas curiosas, la primera es que los controladores se quejan de un bloqueo informativo. Dicen que no salen en los medios, que nadie hace caso de sus quejas y que al único que se escucha es a Rubalcaba diciendo: "350.000 euros al año" y "privilegios".
¡Démosles voz, pues! Esto viene a ser lo que dicen.
- Efectivamente tenían unas condiciones laborales muy buenas, que se consiguieron durante el gobierno de Aznar. Esas condiciones laborales se llaman derechos, según quien las disfrute, como ocurre en todos los trabajos. "Derechos" según los trabajadores y "privilegios" según la empresa.
- Los controladores no se quejan realmente de que les hayan recortado el sueldo. El problema es que se lo han recortado de un decretazo. Es decir, de un día para otro la empresa decidió que de lo que se había convenido, nada de nada. Sólo la envidia del dinero ajeno puede hacernos parecer justo que a la gente le bajen el sueldo de un día para otro por narices y sin posibilidad de negociar.
- De lo que realmente veo que se quejan es de sobrecarga de trabajo y mala gestión. Tal vez hubiera quien se hiciera mogollón de horas para cobrar un pastón, pero también había quien no. Y ahora han de hacerlas unos y otros sí o sí, incumpliendo protocolos de seguridad. Y si antes tenían un número máximo de aviones para gestionar, ahora es una cosa más flexible. Los españoles somos gente muy machota y no entendemos esto del descanso ni la diferencia entre unos cuantos aviones de más o de menos, pero resulta que ellos manejan vidas humanas cada vez que entra o sale un avión. Y si se estampa, el primero que puede ir a la cárcel es el controlador.
- El último decretazo es realmente bestial. ¡No se incluyen dentro de las horas trabajadas las bajas ni las vacaciones ni nada de nada! Es decir, que si un trabajador falta por enfermedad en su empresa, está obligado a recuperarlo. ¿A que mola? Como extiendan eso al resto de los trabajos, por fin se acabará el absentismo laboral. Claro, que también se acabarán los derechos de los trabajadores. Por otro lado, puesto que cobran mucho, parece ser que se intenta al menos que no se lo gasten, y por eso tienen que estar disponibles 365 días al año. ¡Sí, es así! Ahora mismo no pueden saber qué vacaciones van a tener con más de 10 días de antelación. Y aun así, si les llaman, tienen que ir a la mina.
- Con todo esto, lo suyo es que vayan a la huelga. Claro, que con unos servicios mínimos del 120%, casi mejor que no lo hagan. En cualquier caso, lo de este puente ha sido lo peor que se les podía haber ocurrido hacer para defender sus derechos. Sólo de pensar en niños con sus familias atrapados en un aeropuerto me entran ganas de matar a algún controlador. Defender tus derechos no puede hacerse a costa de pisotear los de los demás. Una cosa es un huelga que provoca retrasos y molestias y otra cerrar el espacio aéreo y que la gente se vaya a Cancún en autobús.
- Lo que se busca al final es la privatización de AENA y de los aeropuertos. Yo eso nunca lo entendí. ¿Por qué una empresa se hace rentable al privatizarla? ¿Las empresas públicas son una especie de ONG que se dedican a perder dinero? ¿O es que los controles para evitar el mangoneo y el despilfarro sólo se aplican a los empleados que se llevan los folios a casa?
Aquí la entrada en la que informa de lo que se quejan: El informe pelícano.
Una página algo más oficial: Controladoresaereos.org.
Destaco el artículo de Carlos Fonseca.

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