Don Juan, memoria amarga de mí



Patra me había recomendado este espectáculo, así que me apunté todas las fechas en las que actuaba por Madrid, y por fin, he conseguido verlo. Realmente es muy recomedable. Desde luego creo que todo titiritero debería verlo.

La manipulación de los muñecos es muy buena. Miquel Gallardo es muy buen titiritero, su manipulación es impresionante, su juego de voces estupenda y lo que no suele ser frecuente en un titiritero, no es mal actor. Tiene un papel bastante fuerte y lo defiende pero que muy bien.

Los muñecos son geniales, aún sin manipulador están vivos. Tras la función respondió a las preguntas del público y comentó justo ese punto. La manipulación en el espectáculo no era fácil, pero la mitad ya estaba hecha porque los muñecos, ya de por sí, con su presencia, su mirada, estaban vivos.

La escenografía envolvía muy bien el espectáculo. No era una parte fundamental de la dramaturgia, pero arropaban muy bien la historia.

El público quedó encantado y maravillado al ver este espectáculo de títeres para adultos. Para mí, tal vez ese fuera su mayor fallo. Es que no consigo entender los espectáculos de adultos. Siempre encuentro algo que no me gusta. Me parecía que la historia en sí flojeaba un poco. La estructura se basaba en una sucesión de diálogos estáticos en la que dos personajes hablaban, pero fuera de lo que era hablar, no ocurría nada. Es decir, que había cambios de escena para animar un poco la cosa, ahora en un lado, ahora sentados en la cama, ahora de pie,... pero todo consistía en colocar a los personajes en un ambiente para seguir con el diálogo. La manipulación maravillosa y la vida que tenían los muñecos hacía olvidar a todo el mundo estos detalles.

En cualquier caso, es de los mejores espectáculos para adultos que he visto. Un trabajo fino, elegante, muy interesante. No sé por qué plazas andará ahora, pero si tenéis ocasión de verlo, no os lo perdáis.

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