Pequeñeces en Huesca

Llegamos la noche anterior y pudimos ver un poquito de Huesca. Muy poquito. La verdad es que tiene su qué. Eso sí, si cada región tiene su producto típico, Huesca, desde luego, ¡exporta frío!
Pero a pesar del frío, al día siguiente, la sala se llenó. Actuamos en el Centro Cívico Santiago Escartín Otín, donde ya tempranito nos esperaba Víctor, el técnico. Una hora antes ya había gente sacando entradas y al final hubo quien se quedó sin poder entrar. ¡Qué rabia te dan estas cosas!
Y la función fue muy bien. El público salió encantado y nosotros aún más. La verdad es que el espectáculo lleva ya tiempo rodando por los escenarios y eso se nota mucho. Los tiempos, las escuchas, los movimientos... Todo está ya muy afinado, y aún asi cuando terminamos seguimos medio camino de vuelta: "Pues has ido muy rápido en esta parte, pues yo creo que en el inicio podíamos haber cogido tal ritmo, pues esto, pues lo otro..."
- ¿Pero a que ha estado bien, eh?
- ¡Genial!
Cómo nos lo pasamos los titiriteros.
Comentarios