El divertidísmo Diego Stirman en Titirilandia
Siguiendo los consejos de Perico, me fui a ver a Diego Stirman que actuaba en Titirlandia con Flatus Bovis.
- ¡Tienes que ver más cosas!- Me dice siempre. Pues allá que fui.
Diego Stirman nació en Argentina y allí vivió hasta que tuvo que huir de la dictadura. Vino a España, donde trabajó como médico, su profesión en aquel momento. Hasta que descubrió los títeres y decidió seguir ejerciendo de médico, pero a través del humor. Y desde 1980, ya afincado en París, a ello se dedica, y con muy buena mano.
Flatus Bovis no es un espectáculo de títeres en realidad, es un espectáculo de clown, pero es un espectáculo de clown muy divertido. Muy sencillo, muy argentino y muy de calle, pero con unos gags muy buenos. Que nadie espere grandes filosofías, ni humor fino y elevado. Desde principio a fin, Diego Stirman va a lo que va, a hacer reír. Tiene un humor ácido, escatológico, que a veces raya los límites del buen gusto, pero que nunca los sobrepasa. Sabe meterse al público en el bolsillo nada más salir a escena y muestra un gran dominio de la improvisación.
En definitiva, un espectáculo muy divertido y recomendable si necesitáis relajar los músculos de la cara a base de carcajadas.
Post Data
Aquí podéis ver una segunda opinión no tan optimista: Creciendo en espiral.
Comentarios
En mi caso estaba sensibilizado con el aburrimiento. Los últimos espectáculos que he ido a ver eran mortalmente aburridos y el de Diego Stirman era muy tonto, pero me hizo reír.
En descargo de Stirman, he de decir que igual que no creo que Asterix deba considerarse una apología de la violencia perjudicial para los niños, tampoco la escena de los tortazos y la pedagogía argentina deba interpretarse así. Era un clasiquísimo número de clown en el que uno da un falso tortazo y el compañero hace el ruido con una palmada. Lo hacían los payasos de la tele, lo hacen multitud de payasos, el truco se ve, se busca la risa por el golpetazo, no hay más pretensiones. Si no se entendió así fue porque por algún motivo no consiguieron hacerlo bien, tal vez por falta de ritmo.
En cuanto a la falta de respeto a la mujer, creo que en realidad lo que había era una falta de respeto a un subordinado. No se le hacía recoger porque fuera mujer, se le hacía recoger de mala manera porque era un subordinado, la comparsa de la estrella que, como tal, daba órdenes despóticas. Que fuera mujer en realidad era una casualidad. La actriz era la hija de Diego Stirman. Pero en cualquier caso, estoy de acuerdo en que la falta de respeto del protagonista a su subordinada debería limarse un poco o un mucho.
Yo no había visto nada de Diego Stirman. Creo que su espectáculo anterior era bastante mejor, pero también hay que tener en cuenta que es un estreno, que es cuando más flojo está el espectáculo. Con el tiempo supongo que irán limando todas estas cosas de tal forma que la escena de la pedagogía argentina se entienda como un chiste y no como una agresión y si no es así la eliminen y que suceda lo mismo con la relación entre el protagonista y su partener.
Te agradezco de nuevo tu comentario y te felicito por tu blog.
Luego puede haber una segunda lectura de ironia hacia ese mundo perfecto ecologicamente hablando que hoy parece ser hay que defender. Y hasta una tercera sobre la relacion de abuso de los padres, la explotacion etc etc, pero siempre con humor y distanciacion.
Pero debo confesarte que casi me caigo de la silla cuando leo los otros comentarios!!! Pero que le vas a hacer, como dice el viejo proverbio "Cuando al tonto le muestras la luna, él solo vé el dedo." Asi van las cosas, de cualquier manera , "on ne peux pas faire plaisir à tout le monde".
Y para terminar quiero decirte, y creo que sabras entenderme, los que me indican si mi camino es el correcto , es el publico y sobre todo los ninhos. Saludos. Diego
Disiento totalmente de lo que comentan algunos en este blog en referencia a momentos puntuales de "flatus bovis". Ya de por sí es maravillosa por su simplicidad la propuesta argumental, cómo las vacas son capaces por sí mismas de ser las que puedan cambiar el mundo. Mi pequeña hija Marcela se asustó cuando Diego se vistió de indio colonizado y sacó un puñal para defenderse lanzando un grito. Pese a todo, me pareció fantástica la forma de abordar la temática de la colonización en el contexto histórico por parte de las potencias europeas (incluída nuestra "bella españa"). El tema de la generación de combustible a partir de los pedos de las vacas y el gas metano fue muy original. Su planteo de la guerra por los recursos naturales en el mundo y la lógica imperialista maravillosa! Chapeau Diego, estoy deseando ver a la familia Stirman de nuevo en los alrededores de Madrid!