Estreno de Cocolores, de Mente en Blanco

 El pasado 3 de febrero se estrenó Cocolores, de la compañía Mente en Blanco.  Mente en Blanco es una de las nuevas compañías de títeres que están surgiendo en Madrid. Está compuesta por Patricia Arroyo y Cecilia Sánchez, las dos  con gran formación actoral. Pero además, Patricia Arroyo ha trabajado y aún sigue colaborando con Román y Cía y Tropos, lo que le ha proporcionado también un buen conocimiento del mundo del títere.

Cocolores es una obra dirigida al público más pequeño, desde los cero a los cinco años, aproximadamente.  La historia es muy sencilla. Cuatro cocodrilos, Verde, Azul, Amarillo y Rojo, no quieren juntarse con el cocodrilo blanco, porque no tiene color. El búho invita al cocodrilo a viajar para averiguar por qué no tiene color. Y en ese viaje el cocodrilo se irá encontrando personajes de los que aprenderá cosas e irá ganando colores, hasta que se convierte en un cocodrilo multicolor, en Cocolores.

Una historia muy sencilla, pero muy atractiva que los niños siguen a la perfección, con un lenguaje fácil y cercano a los peques. Es un espectáculo que emana dulzura por sus cuatro costados. Con un ritmo tranquilo, pausado, pero que hipnotiza al público de principio a fin. Ayuda mucho  la música en directo que envuelve la obra, uno de sus grandes aciertos.

No hay muchos espectáculos destinados a un público tan pequeño, desde los cero años. Algunos de los que he podido ver me han parecido poemas visuales que en realidad lo mismo podían ser para pequeños que para adultos. En este caso, se agradece el esfuerzo en contar una historia y hacerlo con un ritmo y un lenguaje cercanos al niño.

Se estrenó en Fuenlabrada, con una función en el Espacio joven, en el antiguo ayuntamiento; y otra a la tarde en el teatro Nuria Espert. Los pases fueron para público familiar, indicando que era a partir de los cero años, pero sin acotar la edad de los mayores. Por la mañana hubo un lleno completo y mucha gente se quedó fuera. A la tarde, en el Nuria Espert, un espacio mucho más grande, ¡volvió a ocurrir lo mismo! ¡Hubo gente que se quedó sin entrada! Fue realmente sorprendente la capacidad de convocatoria de la compañía y de su nuevo espectáculo.

Con tanto público y teniendo en cuenta que era público familiar, con niños pequeños, pero también con otros mucho mayores de lo pensado para la obra, yo estaba convencido de que iban a resultar unas funciones muy duras para las actrices, con mucho movimiento de público y mucho cuchicheo. Sin embargo el público respondió muy bien en los dos pases. Fue realmente increíble. Mantuvieron la atención durante toda la obra y al terminar agradecieron el espectáculo con una enorme ovación que obligó a las actrices y al músico a salir a saludar varias veces. Y cómo no, cuando Cocolores salió a despedirse de los niños aquello fue el culmen. Todos querían acercarse a verlo, tocarlo y decirle lo mucho que les había gustado el cuento.

Hay que felicitar a esta compañía por este trabajo. Y desde luego esperar que sigan creciendo y ofreciendo nuevas historias para el panorama del teatro de títeres en Madrid.


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